Desde 2010 dirijo una agencia de locutores.
He visto cómo cambia el mercado, cómo se mueven las prioridades y cómo, en más de una ocasión, nos han dado por muertos.
Pero si algo tengo claro en este 2025, es que la voz humana profesional no solo sigue viva, está cobrando más valor que nunca.
Hace tres años notamos una caída fuerte en los encargos.
Muchos clientes se lanzaron a probar voces sintéticas, sistemas de inteligencia artificial que prometían velocidad y bajo coste.
Era comprensible.
Pero esa moda ha empezado a enfriarse.
Hoy, cada vez más empresas vuelven a pedirme voces reales para contenidos profesionales.
Literalmente. “Queremos que suene humano”. Esa es la frase que más oigo este año.
Y no es solo una percepción personal. Hay datos que lo confirman.
Puntos que puedes leer
ToggleEl mercado de la voz profesional está creciendo con fuerza
La demanda de locuciones profesionales no ha dejado de aumentar.
El mercado global de voice-over profesional crecerá de 132 mil millones en 2024 a más de 238 mil millones en 2033, con un ritmo anual del 6,74% según Global Growth Insights.
Y no se trata solo de publicidad o entretenimiento.
La verdadera explosión está en el contenido formativo, corporativo y turístico.
Tres campos donde la voz humana vuelve a ser una ventaja competitiva.
Locuciones e-learning: el aprendizaje necesita conexión
El sector del e-learning con voz humana está explotando.
Solo en España, generó más de 5.200 millones de dólares en 2024 y se espera que supere los 16.700 millones en 2030, con un crecimiento del 21,8% anual (Grand View Research).
A nivel global, la previsión para 2025 supera los 354.000 millones según The Business Research Company.
Las empresas ya no se conforman con vídeos locutados por IA.
Buscan narraciones humanas para cursos online que mantengan la atención, transmitan seguridad y mejoren la comprensión.
En mi caso, muchos clientes han vuelto tras probar soluciones automáticas.
Me dicen: “El contenido era bueno, pero la voz no transmitía nada”.
Audioguías con voz humana: el turismo se personaliza
El mercado global de audioguías profesionales superará los 4.800 millones en 2031, partiendo de 1.500 millones en 2023.
Crece al 16,9% anual, según Verified Market Research.
En voz-media producimos muchas locuciones para audioguías culturales y turísticas.
Y el feedback es claro: quieren algo más que una voz correcta.
Quieren historias contadas con intención.
Nos piden acentos locales, tonos cálidos, incluso narraciones teatrales.
Textualmente nos dicen “que no suene a GPS”. Y eso, una voz sintética no lo consigue.
Voz profesional para centralitas: la primera impresión también habla
¿Quién dijo que las centralitas telefónicas con voz humana estaban obsoletas?
El mercado global de IVR superó los 5.500 millones en 2024 y alcanzará los 7.700 millones en 2029 según The Business Research Company.
Y aunque muchas empresas apostaron por IA, cada vez son más las que vuelven a pedir locuciones profesionales para atención telefónica.
Nos dan instrucciones como “queremos que suene empático pero ágil” o “tiene que sonar humano, pero profesional”.
La voz sigue siendo la primera impresión de una empresa. Y cada vez se cuida más.
¿Por qué vuelve a valorarse la voz humana?
Porque en un entorno saturado de automatización, lo auténtico destaca.
Mi experiencia personal lo confirma.
Clientes que antes apostaron por IA, han regresado. Nos piden rehacer proyectos porque los resultados no funcionaron.
Nos dicen que la audiencia no conectó, que la locución no convencía, que no generaba confianza.
Literalmente, volvemos a grabar contenidos que antes locutó una máquina.
¿La inteligencia artificial ha perdido fuerza?
La IA no desaparece.
En sectores como la formación, el turismo o el servicio al cliente, su presencia se ha estabilizado.
Sirve para ciertos usos, pero no sustituye la emoción, la claridad ni la confianza que aporta un locutor o locutora profesional.
Y eso es justo lo que las marcas están empezando a redescubrir.
Por qué la voz humana emociona (y la IA no)
Uno de los aspectos más potentes —y menos replicables— de la voz humana es su capacidad para conectar emocionalmente.
La doctora Emma Rodero, investigadora y una de las mayores expertas en comunicación sonora en español, lo explica de forma muy clara: «Cuando escuchamos una voz humana, se activan áreas cerebrales relacionadas con la emoción, la memoria y la empatía. La IA aún no es capaz de reproducir esa experiencia auditiva completa.» (ver publicación)
Esto no es solo una apreciación estética, es ciencia.
Nuestro cerebro reacciona de forma distinta cuando percibe matices humanos reales: la entonación, las pausas naturales, la respiración, incluso los pequeños fallos.
Todo eso construye un entorno más creíble y genera confianza en el oyente.
Los clientes nos lo dicen sin saber explicarlo del todo: “suena más auténtico”, “me llega más”, “me lo creo”.
Y eso tiene un impacto directo en la experiencia del usuario, tanto si está aprendiendo online, como si escucha una audioguía o llama a una centralita.
La IA puede leer un texto.
Pero solo un locutor o locutora profesional puede contar una historia, persuadir, emocionar o guiar con intención real.
Conclusión: el mejor momento para ser voz humana
2025 es un año clave para quienes nos dedicamos a la locución profesional.
El mercado está creciendo, los clientes están mejor informados y las voces humanas vuelven a ser valoradas como un activo estratégico.
E-learning, audioguías y telefonía son sectores con demanda real y en expansión.
Y lo más interesante: las marcas ya no buscan solo precio o rapidez.
Buscan identidad sonora, intención y conexión.
Y eso, de momento, solo lo puede ofrecer una voz como la tuya o la mía.